18 abril 2010

Best friends.

(...) De pronto, la puerta de su apartamento se abrió, y escuchó como alguien se dirigía al salón donde ella se entontraba. No se inmutó, siguió mirando la televisión, que brillaba escesibamente en la oscuridad del apartamento Sabia de sobra que era Shin,  por dos motivos. 
El primero, era el único que tenía llave de su apartamento, aparte de Yu, pero este no tendría el valor de ir a verla, por lo menos en unos días. O eso esperaba. 
El segundo, que el sonido de aquellos pasos, pesados y fuertes, solo podían ser causados por las enormes botas del batería.
Además, distinguió el tintineo de las cadenas de su chaqueta preferida cuando se acercó más.
No le miró a la cara mientras él permanecía en pié delante de ella. Estaba harta de parecer una llorona delante de Shin y de ahogar sus penas en él. Seguro que tanto Strify como Yu se habían desahogado contándoselo ya, y no necesitaba que ella se lo repitiera para parecer una pesada.
Pero Shin le tendió una mano para hacerle comprender que le daba igual escuchar sus penas, por que siempre estaría ahí para ella.
Lenna vaciló, pero al final le cogió la mano que le tendía, y él, con un suave tirón, la levantó sin problemas y la estrechó entre sus fuertes brazos, como queriéndola proteger de todo el daño que aquello le estaba causando.
Y funcionó, por que rodeada con los brazos de Shin, Lenna se sentía segura siempre. Allí nada podía hacerle daño jamás. Por fin sentía esa sensación de bien estar que él conseguía trasmitirle, sin saber como, y quería continuar sintiéndola.
Enterró la cabeza en el cuello de su mejor amigo, y aspiró el aroma de su pelo, fresco y dulce. Único, actuaba como una anestesia sobre su mente, adormeciendo los pensamientos que la atormentaban.
Enredó las manos en las cadenas que caían por su pecho, y él apoyó la cabeza sobre la de Lenna, y le acarició el pelo mientras la mecía suavemente.  Más que nunca, ella sintió que Shin era su ángel de la guarda, su protector, lo necesitaba, y le quería. Le quería mucho.
Shin continuó meciéndola en sus brazos durante un tiempo indefinido, sin importarle que tuvieran que ser horas. Sabía que ella le necesitaba, y él necesitaba saber que estaba bien, por que la quería. La quería mucho.
------------------------
He aquí otro trozo de una historia perdida. Siento torturaros con estas cosas, de verdad, pero es que me aburro.

4 comentarios:

  1. que tortura ni que tortura, tu sube algo todos los dias!! A mi me gusta mucho, me encanta Shin,
    es un angel, lo adoro

    ResponderEliminar
  2. Yo tambien lo adoro. En verdad es un trozo de la historia de Lenna. U_U pobre Shin.

    ResponderEliminar
  3. (LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL)

    ResponderEliminar
  4. Ooh que bonito! (LLL)
    tortura? no digas chorradas!
    me gusta mucho^^ jajaja

    ResponderEliminar