19 abril 2010

Dilemmas. I hate it. (IV)

Bueno, en realidad no me importaba lo que era. Iba a verle de nuevo, y con eso me bastaba para estar feliz. Me costaba creer que hubiese gente que tenía tanto poder sobre otras personas. Strify tenía más poder sobre mí que yo misma, y eso me asustaba, y me hacia dudar si quería conocerle o no.
Quiero decir, si él tenía ya tanto poder sobre mí… que diablos pasaría si al conocerlo descubría que también me gustaba como persona?  Al final seria capaz hasta de controlar mi mente y mis pensamientos. Aunque pensándolo bien, ya los controlaba, por que no podía sacármelo de la cabeza ni aunque lo intentara con todas mis fuerzas.
Esa noche, dormí sin sueños, pero lo compensó el hecho de que me pasara todo el día soñando despierta. Por lo menos, el viernes se marchó antes de que me diera un ataque de nervios, ya que hubo suficientes clientes y encargos como para mantenerme ocupada.
Me fui a dormir en cuanto oscureció. Era aún muy temprano, pero quería tener buen aspecto al día siguiente, y dormir más de ocho horas era un requisito indispensable.
En realidad yo nunca dormía más de ocho horas, y mucho menos me iba a dormir tan pronto. Al principio me molestó pensar que había cambiado una de mis más queridas costumbres (trasnochar) para estar guapa para un chico que apenas conocía.
Pero Strify era casi en lo único en lo que pensaba, y más tarde descubrí que no me molestaba tanto como había creído, aunque a veces hubiese deseado poder centrarme en otras cosas. Pero solo eran deseos.
A la mañana del día siguiente, era un manojo de nervios. Y entonces me puse a pensar en la llamada de teléfono. Solo de escucharle al otro lado me puse roja como un tomate e incluso me temblaron las manos. Que narices me pasaría si volvía a ver sus ojos?
Me derretiría totalmente, era un caso perdido.
Y con mucha fuerza de voluntad aguanté “pacientemente” hasta las 2.30. Entonces, me acerqué a Elise haciendo ojitos.
-Eh… Elise… Yo… podría… podría ir a prepararme para… Strify?
Entonces me di cuenta que su nombre aún me sonaba raro en mis labios. Demasiado perfecto… dios! Entonces más que nunca me sentí como la protagonista de una novela.
-Prepararte?-me miró con los ojos entrecerrados-para que necesitas prepararte?
-Por que quiero estar bien!-exclamé. Era obvio.
Elise rió al verme en aquel estado pre-ataque de nervios, y asintió con la cabeza.
-Ves y prepárate para Strify… -murmuro.
Yo la abracé y cogí un poco de maquillaje de mi bolso, para marcharme al baño corriendo. Una vez delante del espejo, me pregunté como maquillarme.
Recordé que a Strify le gustaba el maquillaje, así se decoraba su hermoso rostro, con sombra de ojos y algo de base, así que mi maquillaje tenía que ser por lo menos tan bueno como el suyo.
Y aquello fue realmente difícil sin la ayuda de Luk, pero después de casi veinte minutos quedé satisfecha, y fui a preguntarle a Elise. Con ella no podía hablar de chicos, pero si de ropa y maquillaje, así que era lógico que le pidiera consejo. Me miró durante algunos segundos seria, y por un momento imaginé que me había equivocado al pensar que había quedado bien, pero al final sonrió ampliamente.
-Estás genial! Has estado practicando?
Asentí con la cabeza mientras bajaba la vista y ella sonrió.
-Pues estás muy bien. Seguro que a Strify le cae la mandíbula.
Yo la creí. Elise era muy… sincera, y siempre decía la verdad, por dura que fuese. Por suerte, en este caso no fue así, y ambas nos pusimos a reír. Después de cambiarme me puse delante del espejo.
Cabello: Bien, dentro de lo que cabe.
Ropa: Adecuada.
Maquillaje: Bien.
Accesorios: Perfectos.
Nervios: Si, desde luego estaban ahí.
Estaba enormemente nerviosa! Habían muchas cosas que podían salir mal, claro que también habían muchas que podían salir bien, pero pensaba más en las negativas, como siempre se hace en estos casos. A no ser que tengas la suerte de ser una persona positiva, en ese caso te felicito.
Una de las cosas que podían pasar era, por ejemplo, que me pusiera a decir cosas estúpidas y sin sentido o que me quedara totalmente muda. Ambas opuestas y ambas malas.
En fin, no tuve tiempo para continuar pensando, por que escuché como se abrió la puerta, y me di la vuelta justo para ver como Strify entraba, radiante, para variar.
Vestía unos vaqueros color morado, muy ajustados, y una camisa y un sombrero negro, a conjunto con los guantes, que no tenían dedos. Y por supuesto, el maquillaje, de color plata. Perfecto. Sexy. Strify.
-Hey!-saludó como siempre, con una sonrisa, y se acercó hasta donde yo estaba.
-Hey…-murmuré.
Elise rió y se dio la vuelta, dispuesta a dejarnos algo de intimidad.
-Estas hermosa-Strify sonrió.
Intenté mascullar un “gracias” pero no pude, así que solo sonreí como agradecimiento, y él también lo hizo, mientras que para mi sorpresa, sus mejillas se enrojecían. O era mi imaginación?
-Vamos?-preguntó, y yo asentí.
-Donde quieres ir?
-Sorpresa!!-dijo con entusiasmo, y se echó a reír.
Tenía una de esas risas que recordaban a un niño, una de esas risas que te hacen sentir bien, solo por que suena inocente, feliz y despreocupada. Una de esas risas que te hacen olvidar los malos momentos, y que te obliga a vivir tan solo los buenos. Y lo mejor, una de esas risas que te derriten, pero que hacen que los nervios se esfumen.
Dejó de reír en seco, lo cual me sorprendió un poco, y en un abrir y cerrar de ojos me arrastraba fuera de la tienda amarrándome por la muñeca delicadamente con sus perfectas manos medio enguantadas.
Yo me dejé arrastrar, por supuesto, entre la gente de la calle. De vez en cuando giraba la cabeza, como para comprobar que seguía allí, lo cual era un poco absurdo teniendo en cuenta que me tenía cogida, pero de todos modos yo agradecía ese contacto visual, que me ayudaba a permanecer consciente.
Me rozaba con algunas personas, pero no notaba nada. Solo notaba su mano alrededor de mi muñeca. Dios… tenía las manos aún más suaves de lo que parecían, más suaves de lo que yo me había imaginado.
Todo mi cuerpo estaba en llamas, y mi mente en shock. Nada alrededor era real a parte de Strify y la electricidad que tiraba de mí a través de él. Ese fue el momento en el que me di cuenta.
Estaba irremediablemente enamorada de Strify.
No me costó averiguar que me llevaba al jardín público, por que me sabía el camino de memoria tienda-jardín, jardín-tienda. Pensé que era una buena idea. Mejor que ir al cine o a alguna cafetería. Mucho más original. Mucho más Strify.
Antes de entrar, me soltó y se acercó a uno de esos carritos de helado que salen en las películas. Bueno, alrededor de los jardines y los parques de Berlín siempre había carritos que vendían cosas para los niños o para que los padres de los niños se las compraran. Y al parecer también para Strify.
Cuando se dio la vuelta, llevaba dos helados en la mano, ambos de chocolate. En ese momento no sabia que me apetecía más, si el helado o Strify. Uhm… sin duda lo segundo.
Cuando se acercaba otra vez, paró a medio camino y se dio la vuelta. Se volvió a acercar al carrito y metió la mano en uno de los botes que tenían galletas de barquillo. El vendedor le estaba mirando, pero más que para llamarle la atención le miraba como si fuese algo extraño.
Y cuando se volvió a dar la vuelta, los helados tenían clavados varias galletas de barquillo. Dios… galletas y chocolate. La combinación perfecta. A eso súmale Strify.
Me pasó mi helado mientras nos dirigíamos a un banco de piedra gris.
-No sabía que sabor te gusta, así que…
-No, este sabor es genial. Me encanta.
-De verdad?-preguntó con emoción mal disimulada-o lo dices para quedar bien?
-No, enserio, me encanta el chocolate-reí.
-Bueno, y las galletas no? Si no me las puedes dar…-estiró la mano hacia mis galletas.
-No, tranquilo, si me gustan-reí apartando el helado de su alcance, y él rió también.
No hablamos de nuevo hasta que llegamos al banco de piedra, que quedaba justo enfrente de una enorme fuente. Una vez allí, si hablamos de muchas cosas.
Me enteré de que su nombre era Jack, pero que no era su verdadero nombre, aunque no me dijo el verdadero. “mejor que no lo sepas aún, o saldrás corriendo”.
También supe que era el vocalista de una banda llamada Cinema Bizarre, que estaba empezando a expandirse por América antes que por Europa. Claro, tenía lógica. Su voz era maravillosamente perfecta para ser vocalista de una banda.
También hablamos a cerca de mi nombre, y tuve que decirle todo eso de que era Emily, pero prefería Amy. Él estuvo diacuerdo con migo, por supuesto.
Se alegró, según me dijo, de encontrar a alguien que no se hubiese interesado por él por su posición en la música, y que no le hubiese juzgado por su aspecto.
Por supuesto, yo si le había juzgado por su aspecto, pero en el buen sentido, no en lo que él estaba diciendo. Pensé que era sexy, que tenía que conocerle.
También me habló mucho de sus amigos, al parecer todos pertenecientes a Cinema Bizarre, lo que me hizo pensar que se preocupaba mucho por ellos. Súmale otra cualidad, era dulce.
Sin embargo, no me habló de su familia. Me pregunté por que, pero no se lo dije. Seria inapropiado, y había otras muchas cosas de las que podíamos hablar. Y cuando no se le ocurría que más decir, me hacia algún cumplido, que hacia que me pusiera roja como un tomate. Pero no me sentía incómoda, por que el también se sonrojaba cuando me preguntaba a cerca de mi vida personal.
Así, le expliqué que vivía con Lucas, y que trabajaba en la tienda para poder pagar la universidad. Pero algunas de sus preguntas eran realmente extrañas, divertidas, interesantes. Preguntas a lo Strify, supongo. “Que sientes cuando comes chocolate?” “Que te gustan más, los días de lluvia, o los días de sol?” “Juegas a los bolos?” “Te gusta la purpurina?”
Por supuesto, yo respondía, auque al principio me costó un poco responder preguntas que ni yo misma me había planteado. Bueno, en realidad si hubo una que me había planteado, y no me esperaba que él me la formulara, y mucho menos después de preguntarme si alguna vez había masticado un cubito de hielo.
-Crees que esto es una cita?-dijo sin cambiar la expresión de su hermosa cara.
Hacia rato que no me atrancaba en la conversación, por que cuando me acostumbré a hablar con él se me hizo bastante fácil y agradable, pero como ya dije, la respuesta me pilló por completa sorpresa, y me costó pensar la respuesta.
-Eh… lo será, si quieres que lo sea.
-Es una respuesta que no me esperaba-sonrió-y si, me gustaría que fuera una cita.
Así que al final fue una cita. Y por que él quería, este es un hecho bastante importante, o por lo menos para mí lo era.
No tardé en darme cuenta que aquello no estaba siendo para nada como yo había pensado. Recordáis que le dije a Lucas que seguro que buscaba sexo y ya? Bueno, pues me di cuenta que Strify era extrovertido, pero no un fresco, y que no parecía buscar tan solo un magreo. Claro que también podía resultar que solo fuera mi imaginación, pero intenté apartar esta idea de mi cabeza.
Por desgracia, la cita perfecta se terminó, claro está, y cada uno se fue por su lado. No se donde iba él, pero yo iba directa a contarle a Luk lo maravilloso que era Strify, también como persona, y que a su lado me sentía perfectamente feliz, pero también para pedirle consejo, por que mi cita había sido perfecta, pero quería mantener esa perfección. Cómo podía hacerlo? Qué podía hacer para asegurarme de que Strify no se alejara? Qué?
~~~
Me miró directamente a los ojos, y no había más que pasión en ellos. Sus manos, siempre suaves, acariciaron mi cuerpo, provocándome estremecimientos que me atravesaban como corrientes eléctricas.
Mi respiración fue más rápida cuando me acostó en la cama.
Sus labios se burlaban de mi piel, su aliento me hacia cosquillas. En todas partes donde me había tocado, sentía como si estuviera ardiendo.
Se apoyó en los codos, se inclinó hacia delante. El espacio entre nuestros labios se fue haciendo cada vez más pequeño… pero el beso nunca llegó.

4 comentarios:

  1. Hot, a lo Bea xDDDDDDDDD. Bueno, tampoco es demasiado hot, tranquila. Sobreviviremos.

    ¡Sube más historiaa *o*, Amy cada vez me cae mejor XD!

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  2. Si, me imaginaba que sobreviviriais... (jo, cuantas "i" en una misma palabra... O.O)
    En fin, pues si eso... ya veré, ya veré.

    A my Amy también me cae bien. A veces es un poco exagerada y demasiado tímida, pero es una parte de mi caracter que exagero... por que si no no tiene gracia. xDD

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  3. hot? pero si te has quedado a la mitad!!!
    y que pasa en el trozo que toca entre que os vais y lo ultimo?¿?
    falta informacion chata, sigue subiendo :)

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  4. Pues yo lo he visto perfecto, excepto lo que ha dicho Imma, allí falta imformación. Y también estoy de acuerdo con Mary, no es ni muy hot, pero tiene lo suyo.

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